Sapiens explicó cómo la humanidad llegó a dominar el planeta. Homo Deus examina nuestro futuro. Combina la ciencia, la historia, la filosofía y todas aquellas disciplinas que las interrelacionan ofreciendo una visión del mañana que al principio puede parecer incomprensible pero que después se presenta como innegable: la humanidad perderá pronto no sólo su dominio sino su propio significado. Tampoco deberíamos resistirnos: mientras nuestro motivo favorito en la ciencia ficción imagina a los humanos luchando contra las máquinas en nombre de la libertad y el individualismo, en realidad estos mitos humanistas han sido descartados desde hace tiempo, tan obsoletos como las cintas de casete o las danzas de lluvia. Esto puede sonar alarmante, pero el cambio siempre es aterrador.
Durante el siglo pasado la humanidad ha logrado hacer posible lo imposible, frenando el hambre, la peste y la guerra. Hoy en día, más personas mueren de obesidad que por hambrunas; más personas mueren a causa de la vejez que por las enfermedades infecciosas; y más personas se quitan la vida de las que mueren a causa de un conflicto bélico. Somos la única especie en la larga historia de la Tierra que ha sido capaz de cambiar el planeta entero, y ya no esperamos que ningún ser superior moldee nuestros destinos.
El éxito genera ambición, así que la humanidad buscará ahora la inmortalidad, la felicidad ilimitada y los poderes divinos de la creación. Pero la búsqueda de estos mismos objetivos acabará por hacer superfluos a la mayoría de los seres humanos. ¿Hacia dónde nos encaminamos? Hoy en día podemos hacer elecciones con los ojos bien abiertos, conscientes de hacia dónde nos están guiando. No podemos detener la marcha de la historia, pero podemos influir en su dirección.
Las predicciones típicas del futuro imaginan que el día de mañana, en el fondo, se parecerá mucho al día de hoy: poseeremos nuevas y asombrosas tecnologías, pero mantendremos viejos valores humanistas como la libertad y la igualdad, que aún nos guiarán. Homo Deus, sin embargo, desmantela estos supuestos y abre nuestros ojos a una amplia gama de posibilidades alternativas, con argumentos provocativos en cada página:
-
Los principales productos de la economía del siglo XXI no serán los textiles, los vehículos y las armas, sino los cuerpos, los cerebros y las mentes.
-
La mayoría de nosotros no llegará a decidir cómo la tecnología afectará a nuestras vidas porque la mayoría de nosotros no entiende esta tecnología. ¿Cuántos de nosotros, de hecho, votaron sobre cómo funcionaría Internet?
Esta será la forma que tendrá el nuevo mundo, donde la brecha entre los que se incorporan y los que quedan será mayor que la brecha entre los imperios industriales y las tribus agrarias, más grande incluso que la brecha entre el Sapiens y los Neandertales. Esta es la siguiente etapa de la evolución. Este es el Homo deus.
Read MoreClose